27.12.11

Isolation.

Esta noche ha aprendido a vivir. Cuelga de su cama con medio cuerpo fuera, su nariz gotea sangre y se ve reflejado en el charco que se forma en el suelo, pero no se reconoce porque el reflejo es espeso, podría ser cualquiera el que le mira con cara de asco desde allí, preguntándose a la vez quién coño le mira a él. Esta noche ha aprendido a vivir tan rápido que tendrá que aprender a morir igual de rápido o más, pero de esto no hay maestro, tendrá que ser autodidacta y aprender solo, o empezar a escribir sobre ello para nacer y morir sobre el papel. 

La vida pasa por delante de sus hojas. Hace unas horas era feliz y ahora se encuentra con la cena del día anterior mezclada con sus ganas de vivir mirándole desde el otro lado de la cama. Y él se pregunta que ha pasado entre esto y lo otro, dándose cuenta de que al final la vida es eso, algo que pasa entre esto y lo otro, así que coge su bolígrafo y escribe su autobiografía subrayando todas las frases tristes que encuentra en sus libros y cartas sin remitente porque ya no queda nadie a quien llamar "querido", pinta la silueta del tiempo en el suelo de la habitación con tiza y firma el poema con sangre a presión, en un cuadro abstracto de pintura roja que simboliza esa noche, ese día, esa vida, esa muerte.
























22.12.11

Sobreviviremos.

Yo también me vuelvo nube y lluevo sobre el papel. Una mezcla de sangre y vómito a partes iguales; espero que alguien prepare la transfusión y me moje la nuca o que traiga dos dedos y escribimos un libro sin destinatario ni buzón que lo soporte. Tengo ganas de disfrazarme de piedra y salir a tropezar, de caer en la cuenta atrás de quince a diez o de que me trague el orgullo que no trago y me escupa lejos de aquí. Muchos nudos que deshacer y ecuaciones que resolver, más de noventaiún problemas vienen pero podremos con ellos. Sobreviviremos, que tampoco es una palabra tan mala, definitivamente podría acostumbrarme a sobrevivir o a vivir sobre ti. Mientras tanto, seguimos sin saber lo que hacemos pero aún así lo hacemos, Marx estaría muy orgulloso de nosotros, el ciclo de los enfados se repite, pero ella mejora el dejavu cambiando lágrimas por un "idiota" con cara de pena y sonrisa. Y yo sonrío, joder, como acto reflejo de qué sé yo lo qué, pero que nada tiene que envidiar al del espejo que atravesó Alicia para descubrir maravillas.


19.12.11

Glass.

Todo está nublado. Me reflejo en un cristal y después me corta, lo reflejo en un papel y después me corto al pasar la página mientras la luna se refleja en el charco y tiembla por la frialdad de cómo lo cuento. La brújula que tenía tu nombre en vez del norte se ha vuelto loca porque estamos a distancia negativa y apareces por norte, sur, este y oeste al rodearme en un abrazo. Cae la noche en nuestra espalda y nos pilla tumbados, nos inspiramos y expiramos, esta noche morimos tres veces por cada una que vivimos y esperamos a la muerte real viviendo, como quien espera al amor odiando, o espera a la vida en vez de vivir, o muere esperando. El reloj marca ahora, la luna sigue temblando y yo envidio al universo porque desearía poder escapar de mi mismo para ir a verte.


Ella.

11.12.11

Desordenada.

La señal de humo con forma de mujer se convirtió en nube. Ella se fue. El poema comió el silencio en mal estado y se descompuso. La calle mal alcantarillada se convirtió en río pero en la otra orilla no había ángel de amor. Él hizo señales de humo quemando trozos del poema para encontrarla. Se produjo un silencio. La nube se cortó las penas, el cielo se desangró y llovió sobre la ciudad.


5.12.11

Yume nº4: Habitación.

Tengo un hueco en la muñeca por el que se escapa el tiempo y un reloj para taponarlo, un hueco en mi cama con tu nombre y dos hoyuelos en mi sonrisa provocados por la tuya. Una ventana en la botella por la que te veo volver y otra en el espejo por la que me veo a mi mismo esperándote. Ecos de portazos y de gritos, platos rotos en el suelo y una suela de zapato rota solo por un lado de correr en círculos. Un camión de la basura llevándose viejos recuerdos y un psicólogo ayudándome con el síndrome, un camión de la mudanza trayendo recuerdos nuevos y una psicóloga jodiéndome con el Síndrome. Una luz que no se apaga y un ojo que gotea toda la noche y me desvela, silencios en morse para la chica que olvidó como gritar y un calendario trabajando como esquela del mal tiempo, que pasa lento cuando estamos separados y el reloj mareado por el movimiento de las agujas, fumando el opio del crono y marcando la hora en glíglico. 

Mi vida rota en añicos de 365 noches de reencuentros y carmín en su cuello por la marca de los versos. Un verso entre tachones que solo ella conoce y un secreto a voces susurradas por la afonía provocada por la noche del reencuentro. Clavos nunca usados, una sabana no tan santa y en el techo una Luna con forma de sonrisa, a la que aúllan hombres bobos escapados de París. Las ruinas de Venecia y la necia que no vino, la fe acentuada de un ignorante y una palabra en inglés con una S. para luchar contra los monstruos de debajo de la cama, su foto en la misma puerta que rompió de un portazo y un cuadro surrealista mal pintado en la mente del que sueña todo esto.


2.12.11

Hola hijo:

Te escribo esta carta para saber cómo estás, ya que después de nueve meses juntos te has ido; me habían dicho que nos separaríamos, pero no me avisaron de que te irías tan lejos, te escapaste antes de que nadie de este mundo pudiera encontrarte, no te culpo, no es tan buen sitio para vivir, fuiste rápido huyendo, quizá es lo que deberíamos haber hecho todos, pero me hubiera gustado haber disfrutado de ti un rato entre mis brazos o abrazándote, dormido o despierto, llorando o callado. Si tú supieras lo que nos costó a tu padre y a mí ponernos de acuerdo para decidir tu nombre y te vas sin haberlo usado ni un solo día, sin haber podido reñirte o todo lo contrario usándolo hasta desgastártelo. Ahora mismo hay demasiado silencio en esta casa, si todo hubiese ido como yo pensaba, tú la estarías iluminando con tu ruido sin dejarnos dormir, aunque eso no cambia y tú sigues siendo el motivo, no podemos dormir por el silencio que nos dejaste y el reloj de mi muñeca quedó traumatizado, marcado, marcando la hora en la que viniste y te fuiste porque como buen hijo de escritores fuiste oximoron, al nacer muriendo. Echo de menos todo lo que no pasará, yo te quería llamar Rocamadour y sentirme Maga, cometer todos los errores que los padres cometen, sobreprotegerte, cantarte nanas inventadas moviendo la misma cuna que ahora muevo vacía, escribir historias realistas sobre cómo jugamos juntos que ahora tendrán que ser ficción y las páginas pasarán más fácilmente por tener el dedo mojado en lágrimas. Me despido mi amor, pórtate bien allí, donde quiera que estés, si las cosas siguen asi  puede que pronto vaya a verte, si no he ido ya es por no dejar solo a tu padre, que ahora en el salón intenta dormir disimulando la tristeza y leyendo a Hemingway:

“For sale: baby shoes, never worn”

Mamá

25.11.11

Escotoma.

El cuadro que le seguía con la mirada era un espejo, pero no había nadie dentro, no porque fuese vampiro sino porque era ciego, estaba frío al tacto porque se estaba tocando a si mismo al otro lado, el espejo no era lo frío, era la frialdad de su reflejo; así que siguió tocando, con sus manos preguntó "¿Quien eres?" y leyó en braille "Un desconocido", y llorando transformó al espejo en ventana por la lluvia salada que hizo caer sobre él.


Ven.

Hablo de ella. Hablo de cambiar a Stendhal por su nombre en el síndrome, de cómo alguien se convierte en motivo, acción y la fusión de ambos, de cómo el segundero tiembla cada vez que da un paso si ella no está cerca, de cómo conjugar su sonrisa en gerundio y decir "no" cruzando los dedos. Hablo de joder el velocímetro de su pecho, de revolucionar los horarios y olvidar el sueño por los sueños, de hacer el amor y que el amor nos haga estar así, de matar al ocho para tumbarlo, de vivir entre puntos suspensivos y olvidar los de sutura.

No hablo de "para siempre", hablo de mañana cada día y del "Continuará" al final de cada episodio, del te odio reventando polígrafos y de los bolígrafos reventados por el sobreuso. No hablo de hacer planes, hablo de planear juntos a ras de mar y nadar juntos en el río a carcajadas, sumergirse en el amar y poder abrir los ojos para verla, de tener vértigo por la altura que estamos cogiendo y olvidar el paracaídas y las huidas para nada.

Hablo de que quizá esta vez no haya que huir y de que huir significaría ir a buscarte* como dijo aquella. Hablo de que el otoño no es tan malo y que el invierno será mejor, hablo de nieve en el mar de Coruña y sueños de hace meses cumplidos en la arena. De tácticas y estrategias, de terapias de choque para perder el miedo al te quiero, de hacerme ser incoherente con mi yo de anteayer que ya no creía en todo esto, de que sea la margarita la que me pregunte a mí y que yo responda que no, cruzando los dedos.


22.11.11

Fugaz.

No eligió dónde y cuándo nacer.
El azar hizo un mal trabajo.
Eligió dónde y cuándo morir.

Abrir los ojos.

Se sumerge y abre los ojos,
parece que dentro del agua también duele,
el mesías multiplicó los planes y no nos dio tiempo a hacer ninguno,
pintamos finales felices y no hubo final,
amamos en un vals y morimos en un tango,
llenamos el bidé de lagrimas y leímos entre rayas,
nadie supo traducir nuestros silencios,
ninguno quiso convertirlos en palabras
medimos el infinito en ganas de perdernos.
Nos perdimos.

Parece que dentro del agua también duele.

Yume nº3: Agua.

La gota corre la cortina y ve que ahí fuera llueven niños con capucha, una mujer rompe aguas saladas de llanto y da a luz a la vida de aquel que murió durmiendo y quedó viviendo dentro del sueño, mientras fuera le come el mismo gusano que escapó de la manzana de Guillermo. Sigue lloviendo pero no es más que un te quiero camuflado y la nube hace señales al humo que se escapa de su boca, mientras el soñador llega al Nirvana y saluda al grunge de pelo rubio. Sigue lloviendo pero la ventana está mojada por dentro y no por fuera, ya que al fin y al cabo en Nueva York la lluvia y al dolor viven a una letra de distancia y aquel árbol convertido en avión acaba de derribar dos almas gemelas. Erroristas suicidas durmiendo en la calma de un fakir, matando al tiempo dándole más trabajo al gusano, mirando la cara que oculta la Luna por vergüenza de tener esa bandera clavada y aquel niño que quiere ser astronauta, acabará haciendo alunizajes y cometiendo a la cena los errores que no cometió a mediodía.


18.11.11

Yume nº2: Flush.

...el mundo es un pañuelo sucio con el que alguien se despide de alguien en una estación de tren y la vida es lo que pasa entre cada una de las despedidas. En uno de estos espacios de tiempo, la conoció. Apareció de la nada, se teletransportó a su vida y en la primera conversación ya se contaron una anécdota, porque ella no tenía principio, no empezaba con un  "Érase"  ni acababa con un punto final, empezaba y acababa en puntos suspensivos, como los sueños. Se mudó al centro de sus pupilas y él aprendió a hacerla surgir en cada sitio que miraba y a soñarla cada vez que los cerraba. Ella lo planeaba, era la arquitecta del sueño y el sueño a la vez y cuando no se volvía sueño, se convertían en insomnio mutuo y pasaban toda la noche juntos, besándose con sus lenguas muertas hablando latín, oyendo y descubriendo Brigantium en cada caracola. Descubrió que el sentido de su vida giraba hacia la misma dirección que el reloj que dejaba de funcionar cuando se separaban, que no quería despertarse, que quería dejar a Úrsula en París y quedarse a vivir con ella en aquel parque, durmiendo allí cada noche y despidiéndose sabiendo que aquello sería una buena anécdota que contarse cuando se conociesen...

15.11.11

Yume nº1: Papel.

El último pétalo de la margarita le dio la razón y el escritor trazó un corazón en un árbol con la navaja, sin pararse a pensar en el simbolismo. El árbol más tarde, cansado de tener en él tantos corazones ajenos y ninguno propio, se convertiría en folios en blanco y le devolvería todas las noches el dolor, hasta que ella viniese y le enseñase papiroflexia para poder volar juntos o hacer un barco de papel y naufragar a la noche en el mar que describió Machado. El tiempo y él eran enemigos naturales, como los grillos y el silencio o como los refranes y los gatos, y con ella había encontrado el arma para matarlo de envidia al ser capaz de pararlo a su lado. Cuando éste resucitó se vengó de ellos haciendo de su separación una eternidad y como la ley del Talión, hoja por hoja, el tiempo convertido en cuervo malcriado sacó todas las hojas del poemario y arrugó al escritor, ya viejo e inservible y le tiró a un ataúd, como él había hecho antes con algún poema descartado.


Déjame repetir.

Me pillaron con las manos en la musa
y con los ojos y las ojeras, que tan bien le quedan a esa poetisa
y lo mediocres que parecen todas comparadas con Alejandra
y qué bonito palíndromo hacen ella y su espejo
y qué celos de que él la vea por las mañanas
y cómo se defiende de mí con lo de los años de mala suerte
y cómo rompo a reír contigo al lado
y cómo recoges mis pedazos y los unes en rompecabezas.

Qué mal escrito está este poema
y qué bien dibujada fuiste por alguien
y qué mal tratada fuiste por alguien
y cómo necesitan esos lacrimales una jubilación
y esas caderas un trabajo
y me encadenas perpetuamente en una bendita condena
y suplico pena de suerte y tú solo me das muertes pequeñas.

Qué guapa estás enfadada y qué triste despidiéndote
y qué triste que nos tengamos que despedir
y qué bien suena Cortázar en tu boca
y cómo haces magia y me llevas a París
y cómo tu habitación se parece a París
y qué poco importa si es París o no, si tú estás en ella.

Que mi vida se llene de tus historias
y que tus ojos se llenen de mis ojos
y que mis ojos se llenen de tus ojos
y que nuestras manos encajen
y mi vacío encaje en tu vacío
y que nos vaciemos juntos al llenarnos mutuamente
una vez más, repitiéndonos cada noche.


21.10.11

Disorder.

14 de Octubre de 2011.

Amanece en la ciudad y el termómetro marca expectativas bajo cero. El mar sigue saludando a la arena con agresividad y faltas de ortografía mientras el horizonte de un disléxico embiste a la noche para que deje paso al día. Dos enamorados escuchan Joy Division en la playa cerrando los ojos al besarse porque saben que en cualquier momento llegará el golpe, pidiendo un deseo a una estrella que se suicida delante de ellos cansada de ser la única sin pareja de la constelación. A la orilla llega una botella de olvido embotellado con un mensaje que contiene las respuestas al libro de Pablo de un náufrago aburrido de navegar contra lo corriente. En el castillo de arena, una vieja princesa a la que un espejismo le había dicho que era la más guapa del reino, se desangra por el lacrimal creando un oasis mientras escribe en su diario que no había sido todo como esperaba y pinta un autorretrato usando la escala de grises y papel de víctima como lienzo. 

Un niño sale de un día más de colegio, de estudiar Conocimiento del Miedo, Histeria contemporánea y de aplicar las Matemáticas a resolver problemas, echar de menos y despejar dudas, aprendiendo de los errores de los profesores desde la última fila, encerrado en una jaula sin barrotes ni "J". Espera para cruzar a la mano de su madre, pero nunca aparece, así que tiene que cruzar solo la calle, atropellándole su padre el frutero, que desde que ella no volvió, corta las naranjas y tira una de las mitades. 
En el coche del lado, una pareja discute y ella recuerda a aquel poeta que no la dejaba dormir y le dibujaba sonrisas de ojera a ojera, mientras que el mediocre de su nuevo novio solo pinta bostezos como bocetos de aburrimiento y si no fuese por estar embarazada de la hija del poeta, el último de ellos sería con una pistola en la boca. La muerte a 9 milímetros y aquel sogadicto del cuarto piso esnifando el peso de su alma en coca, recordando aquella novia a la que no dejaba dormir y bailando su último tango en la cornisa, fallando todos los pasos de baile por no estar ella para guiarle, eligiendo la peor de las 6 millones de maneras de morir y dejando un cadáver para los gusanos que algún día serán mariposas y se meterán en el estómago de su hija mientras escucha en la playa con su enamorado el eco de Ian todavía gritando “Feeling”.

"I've been waiting for a guide to come and take me by the hand"

4.10.11

Entre cuentos y nanas.

Érase una vez un cuento sin principio, tú y yo desnudos entre la introducción y el desenlace de nuestros nudillos al despedirnos en la estación que existe entre el verano y el otoño. Entre el Sol y la caída de hojas de la libreta por falta de inspiración, entre el Sol y la caída de hojas de la margarita por agobiarla con preguntas. Mi media naranja es mecánica y está metiéndose debajo de mi noche para cambiar los llantos desgastados por sonrisas que rueden mejor, esta película con la protagonista renovada. Duérmeme niña, duérmeme ya, cambia las letras de mis nanas y la inicial entre las lineas, pinta drama en beige en los altavoces y fóllame como si me hubieses echado de menos en los diez años que pasaron en nuestra primera noche separados.


1.10.11

Historia de una seducción.

El escritor camaleón en blanco ante el folio, como el tímido incómodo ante la mirada en silencio de la chica a la que quiere. La escritura es una estrecha veterana, cansada de falsos seductores con los mismos temas de conversación y que caen en la rutina de la rima consonante, con los que como mucho tendrá una historia de una noche, en la que quedará insatisfecha y los olvidará al instante.

¿Que esperabas de alguien que ha follado con Carver, desayunado con Jorge y conversado con Cortázar? 

Incluso ellos tuvieron gatillazos de mil noches y meses y estaciones en las que ella no llamaba, no por egoísta sino por caprichosa y por su continua manía de hacerse esperar. 


Cuando esto pasa, lo único que queda es leer conquistas de otros, ponerla celosa con las musas, alimentarse de vivencias y esperar a que vuelva, con la tranquilidad de que tiene debilidad por visitar a los jodidos y a los tristes, sorprendiéndoles en cualquier rincón, sin avisar, por lo que has de tener siempre preparada una cama de papel y un bolígrafo en erección, sabiendo que el climax llegará cuando intentando seducirla, te emociones a ti mismo y os corráis juntos, a la vez, mientras lloras escribiendo.

28.9.11

Si ella se va...


-He conocido a otro.

-Me alegro, te lo mereces.

De repente te ves a ti mismo mintiéndole por primera vez, recordando aquello que decía Ismael en aquella canción, soltando ese tipo de mentira para que ella no se preocupe que ya has soltado varias veces en tu vida en diferentes ocasiones, creyendo que así ella es feliz, cuando en realidad ella lo que quiere escuchar es un “quédate conmigo, mi amor” o “no te marches nunca o me muero”, pero tú vuelves a ser ese chico bueno, que nunca falla y al que siempre fallan, diciendo lo que supones que tienes que decir y dejándole el camino libre al subnormal de su nuevo novio que no se merece ni uno de los dientes de su sonrisa pero que las tendrá todas, mientras tú la recuerdas con la papelera llena y la botella vacía, la cama medio vacía y el cenicero medio lleno, escribiendo líneas encima del lavabo y esnifando líneas encima del váter, con sus fotos de fondo y vuestra canción sonando. 


Y otra vez volviendo a tener que olvidar, a buscar otro clavo que saque ese clavo y deje otro agujero, a odiarla para evitar quererla, a despertar llorando porque tu subconsciente la ha vuelto a meter en tus noches o a mentirte insultándola para ocultar lo maravillosa que era y así pensar que la pérdida es menor. Ya has hecho eso otras veces y no ha llevado a ninguna parte.

Por eso contigo voy a ser egoísta, voy a hacer que te preocupes, que te sientas mal y que llores por joderme, voy a decir lo que se supone que no debo decir; que ese nuevo novio tuyo es un gilipollas que no sabrá hacerte feliz, que te quedes, mi amor, que si te marchas me muero, que no quiero inventarme una vida sin ti y que si aun asi decides irte “…que no sea muy lejos ni por mucho tiempo”, por favor.

Inspiración por escuchar esto a las seis de la mañana.

30.8.11

Soliloquio.


La mejor inversión de tu vida, pasar de estar KO a estar OK, o que se decida por doble KO la lucha en el ring rectangular de encima del somier. La almohada me ha puesto un diván en el salón y me cobra las consultas, mi doctor Jekyll de cabecera me recomienda que me esconda como su otro yo y yo trato de explicarle que no soy antisocial, soy antipático. El soliloquio de un loco bajo el Sol de Sagunto, trabajando de aparcanoches a domicilio para valencianas escritoras, cobrando días de lluvia como sueldo y sin pedir un para siempre ni un libro entero, sino un “Continuará...” al final de cada capítulo escrito a medias. 

27.8.11

Autoinsuficiencia.


Cuando la autosuficiencia falla y te descubres a ti mismo solo, escribiendo sobre ti mismo solo. Ese momento en el que las teclas parecen más pequeñas que normalmente y todas las ideas que vienen son malas y no publicables. 
Textos privados para no volver a leerlos, ni siquiera guardarlos, como una conversación efímera en la que le confiesas todos tus miedos a alguien sin memoria a corto plazo. Tú lo has contado pero nadie lo ha oído y posiblemente tú te olvides de que lo contaste en alto y te autoconvencerás de que solo fue una pesadilla en la que te mostrabas vulnerable, para poder despertar tranquilo y seguir fingiendo que eres autosuficiente. 


12.7.11

Jake.

En el amor como en el boxeo se aprende a pelear a hostias, pero es importante el día en el que decides dejar de ser saco de arena para convertirte en púgil. Un saco de arena nunca será campeón del mundo, convertirá en campeones a otros mientras él solo pierde arena y forma hasta que le sustituyan por otro saco nuevo al cual poder pegar.

Ahora mismo me siento como el campeón, entrando a un club de pelea callejero donde podría tumbar a cualquier vagabundo, esperando que alguno de esos que parecen simples borrachos sea un digno contrincante, o encontrar alguien a quien enseñar a pegar para hacer luchas cada día en un ring que ponga I don’t.

2.7.11

'Only 19 but my mind is old'.

It aint hard to tell, a los diecinueve yo también tengo mi Illmatic. Solo diecinueve pero mi mente es vieja , el niño Prodigy no volverá al hogar. En la parada del bus no aparece la rubia desconocida a la que enamorar dándole mi peor poema con mi mejor letra, escribo solo con cascos y cuatro viejos se apretan en el otro banco porque la gorra para atrás actúa de repelente.  Fumo una base del Cheb en la cuchara doblada por algún mentalista que espera el bus al otro lado de la cornisa. “Tengo una pistola en la cabeza como Larra” pero yo ya no soy romántico. El último romántico se fue por el desagüe, esperemos que alguna pelirroja sea fontanera. El bus no llega y al final se coge otro que no te deja donde quieres, pero cerca, la historia de nuestras vidas. Perdí el bus por escribir todo esto, los viejos me miran mal , la rubia desconocida no aparece, el Ipod ahora sin batería, me olvidé las llaves...
Y lo peor es que sonrío.