31.12.13

Fin.

.y de su cadáver salió un pájaro,
que era quien ella era
desde el principio.

29.12.13

Lo que escribió alguien sobre el desorden.

Se fue ayer y ya empiezo a olvidar cosas y a no echarla tanto de menos. Me asusta lo mejor que me encuentro, lo bien que me he despertado hoy, cuántas cosas se habrán borrado en esas siete horas de sueño como para que haya podido volver a escuchar esa canción. Parece un precio injusto, aunque ayer hubiera pagado casi cualquier cosa. Y ahora volver a dormir. Y mañana podré vaciar los ceniceros, pasado mañana lavar las ollas, quizá poner la lavadora en tres días, masturbarme en cuatro, ordenar la habitación dentro de una semana y dentro de un mes volver a la playa. Pero a cambio de. Olvidar la profundidad del hoyuelo, la curvatura de la espalda, al ángulo de la bolsa de ojos, la temperatura del cuello, el tono del amarillo, la longitud del cigarro antes de que lo dejase por primera vez, la presión de los dientes y el peso exacto en el hombro. Creo que nunca habrá orden en esta habitación.


(
he aceptado el desorden
y el vacío de la cama

porque ahora sé
que ambos tienen forma
)

27.12.13

Algo de anteayer.

.la tormenta no sabe del después,
hay estrellas que nos siguen viendo
aunque hayamos muerto hace tiempo
y a veces releo mensajes de
la que a veces llamo zorra
,
como las riendas de esta nostalgia
y la negación por la que empieza
pero ya no hay fotos nuevas
ni reviso las viejas,

no queda amarillo entre el sofá
ni blanco en la bandera
y
sólo calendarios mojados en el suelo
con pasteles de boda sin figuras en la cima
,
aunque siga nevando metal en venus
y estorninos na coruña
pero cuántas posibilidades había
de que toda la tormenta te cayese encima
o de que no buscases en los pozos,
si tampoco sabías del después.

26.12.13

Pero.

Laura era graciosa. Aida recitaba en francés. Sonia escuchaba buena música. Valeria leía buenos libros. Silvia hablaba de vuelos. Ana hablaba de trenes. Conocí a Tanja y olvidé a Marta en el mismo tren. A Maribel le gustaban las estrellas. A Alba no. Gemma tenía la voz dulce. Raquel besaba bien. María besaba mejor. Soledad sabía patinar. Lucía dormía con un ojo abierto. Mar tenía pecas. Maite bailaba. Rocío fumaba. Cristina robaba flores. Paula se saltaba los semáforos. Antía gritaba. Carlota era tímida. Belén comía rápido. Alejandra cocinaba bien. Sabela no se maquillaba. Sofía era flexible. Soraya miraba. Ruth veía. Andrea soñaba. Carla me dejaba sin palabras. Dejaba sin palabras a Tatiana. Conversaba con Teresa. Convivía con Celia. Lola era rara. No tanto como Bárbara. Nuria corría. Pilar se desnudaba. Bea corría todavía más. Isa se callaba. Admiré a Diana. Quise a Nerea.

Pero ella siempre gana.